El equipo aprovechó el fin de semana para explorar Oaxaca, una ciudad donde la cultura, la artesanía, la gastronomía y el famoso mezcal son fundamentales.
El fin de semana comenzó con una visita matutina a Hierve el Agua, situada a unos 30 minutos de la ciudad. Al llegar allí sobre las 8 de la mañana, pudimos aprovechar al máximo los manantiales minerales y las piscinas naturales desbordantes al borde de los acantilados, antes de que llegaran los oaxaqueños. Tras un breve paseo por los senderos que bajan a los acantilados, nos ponemos el traje de baño para probar el agua recién levantada. Un momento increíble con vistas a los macizos. De camino al aparcamiento, muchos comedores, pequeños puestos, ofrecen especialidades locales como tlayudas o tasajo. Después del almuerzo nos dirigimos a Mitla. Un pueblo conocido por su sitio arqueológico que data de dos o tres siglos antes de la conquista española. Era el principal centro religioso zapoteca bajo la égida de los sumos sacerdotes que practicaban allí sacrificios humanos. También paseamos por el mercado tradicional para contemplar las típicas prendas bordadas a mano. Era el momento de retomar el camino hacia el Tule. Esta secuoya de California está considerada como la más grande del mundo. Se dice que este árbol gigante tiene menos de 2000 años. Durante su visita, podrá degustar la gastronomía local en el mercado El Milenario.
A la mañana siguiente descubrimos el centro colonial de Oaxaca, sus coloridas calles y su zócalo que alberga la impresionante catedral. No se pierda el Templo Domingo, que tras su fachada barroca esconde un interior decorado con motivos dorados, de lejos una de las iglesias más bellas de la ciudad. Después de probar el famoso mole, ya sea servido con salsa amarilla, verde o negra, terminamos nuestro fin de semana con una nota histórica con una visita a Monte Albán. Esta antigua capital zapoteca se asienta en una meseta de 400 metros de altura con sus templos, palacios y observatorio. Este sitio ofrece una vista panorámica del valle que se encuentra abajo y de las montañas en el horizonte.
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