Nuestro viaje a México fue maravilloso (tanto que perdimos la conexión y nos quedamos 24 horas más ;-) ). Disfrutamos enormemente cada día de viaje, Y te detallo aquí algunas de nuestras impresiones:
- Ciudad de México: esta es una experiencia que no esperábamos. La verdad, es que pensábamos que Ciudad de México iba a ser como muchas otras capitales, y la verdadera y única razón por la que queríamos visitarla era para ver la toma de Luis Cernuda. ¡que sorpresa nos llevamos! Recomiendo a todos los turistas que vaya a México que no deje pasar la oportunidad de visitar Ciudad de México. Pocas veces hemos visto una ciudad con tanta oferta cultural, y la verdad es que tres días se nos quedaron cortos. Todas las actividades en Ciudad de México fueron fantásticas y muy bien planeadas. Ayudó, evidentemente, que al ser Semana Santa no hubiera tráfico y pudimos movernos con soltura por la ciudad. Estar allí en Semana Santa también fue muy interesante (fuimos a la Procesión del Silencio de la catedral!). El Museo Nacional de Antropología que una de las actividades que más nos gustó. ¡Qué museo! Realmente fantástico. También nos impresionó muchísimo visitar la Basílica de Guadalupe, y la cola en Teotihuacán para subir a la pirámide (!!). El tercer día fue sin duda el mejor, ya que tuvimos la oportunidad de visitar la tumba de Luis Cernuda, sobre quien escribir mi tesis de doctorado. Fue una experiencia realmente emocionante para mí, y el calor de la gente de México se hizo sentir ese día (un trabajador del cementerio nos acompañó hasta la tumba, la limpió, arracncó las malas hierbas y prometió cuidar de Cernuda). El recorrido por los canales de Xochimilco (comiendo cosillas que compramos con Laura, nuestra guía) fue también muy especial. Coyoacán es un barrio verdaderamente mágico, y creo que todos los turistas tenderían que visitarlo también.
Algunas consideraciones tener en cuenta en Ciudad de México: el alojamiento en Casa González es realmente estupendo. La ubicación es inmejorable, y el servicio que ofrecen igual calidad que Numerosos hoteles de cinco estrellas en los que nos hemos alojado. Desayunar con el encargado cada día nos permitió aprender muchísimo más de esta bella ciudad. Laura, nuestra día, merece una mención especial. Nos trató como si fuéramos miembros de su familia, y estuvo pendiente de nosotros en todo momento (incluso después de dejar Ciudad de México estuvo pendiente de nosotros durante el resto del viaje, y nos fue mandando recomendaciones de sitios en los que comer en las otras ciudades que visitamos). Fue sin duda una de las mejores quieres que hemos tenido (y lectora de la poesía de Luis Cernuda desde la visita). Felicidades por tener guías como ella. Montserrat y Rafa, nuestros conductores en la ciudad, fueron igualmente encantadores y profesionales en todo momento.
- Cañón del Sumidero/ San Cristóbal de las Casas: en este punto del recorrido conocimos a nuestro conductor para el resto del viaje, Manuel. Manuel ha pasado ya a formar parte de nuestra familia. Otro ejemplo de la calidez y cariño de la gente de México, Manuel los cuidó en todo momento (especialmente cuando Jordi estuvo enfermo!). El Cañón del Sumidero nos encantó, Y tuvimos la oportunidad de ver cocodrilos, monos y demás. ¡Fantástico! San Cristóbal de las Casas nos pareció uno de los pueblos con más encanto que hemos visto nunca. Estaban además de fiesta, celebrando el aniversario de su fundación, por lo que todo el pueblo estaba radiante y la fiesta era constante. El ambiente nos pareció inmejorable. El hotel Diego de Mazariegos es realmente estupendo, aunque la habitación que nos tocó daba a la calle, y pudimos dormir poco debido a la fiesta. A la hora del desayuno, que era en la otra parte del hotel, no había mesas disponibles y querían servirnos el desayuno en una especie de sala de reuniones que parecía un almacén. Después de quejarnos, sin embargo, nos encontraron una mesa en la que podíamos sentarnos en el comedor, así que todo fue bien.
La visita a San Juan Chamula fue realmente espectacular. ¡Qué piel de gallina! Nunca habíamos visto algo semejante, y creemos que debe ser una visita obligatoria para todo el mundo. Visita las cooperativas de los pueblos Tzotziles también nos gustó muchísimo (especialmente probar las tortillas!!).
- Palenque: empiezo con un pequeño comentario sobre el hotel en el que nos alojamos en Palenque, La Aldea. Este fue, definitivamente, el hotel que nos gustó menos en todo el viaje. Realmente no me había gustado quedarme aquí más de una noche. Los trabajadores del restaurante era muy atentos, pero la atención en recepción era realmente pésima. Nos tocó una habitación justo debajo de recepción, que teníamos básicamente que saltar por encima de la hamaca del vecino para llegar a nuestra puerta. El hotel estaba algo descuidado (por ejemplo las toallas), y nadie parecía realmente interesado en atendernos. Tener que cruzar el parking para ir a la piscina o al restaurante tampoco la ideal. Yo realmente no lo recomendaría.
La zona arqueológica de Palenque nos dejó sin palabras, qué preciosidad. Nuestro guía fue además muy atento, con grandes conocimientos de la zona.
- Campeche: Nuestra impresión de la ciudad de Campeche fue un poco templada, y no nos pareció tan interesante como las otras ciudades que habíamos visitado hasta entonces. Tengo que decir quizá esta impresión se debe a que Jordi se encontraba realmente enfermo en Campeche, así que no nos salga mucho caso. El hotel Socaire nos encantó, y nos trataron estupendamente durante nuestra estancia.
- Uxmal/Mérida: nos gustó mucho visitar Bécal, y tenemos un bello sombrero para probarlo!! No tengo palabras para describir la belleza de Uxmal. Debe ser uno de los sitios más mágicos que hemos visitado. Un 10. Mérida también nos encantó, y a mí no me habría importado pasar una mañana más paseando por sus calles. El hotel Las Marionetas era un hotel lleno de encanto.
Izamal nos gustó incluso más que Mérida. Parecía un pueblo de cuento, con todas sus paredes pintadas de un mismo color, tan cálido, que da la bienvenida a todo el mundo. La visita a la Virgen de la Candelaria fue muy emotiva también.
En este punto del viaje llegó una de las experiencias más especiales: la visita al cenote de Yokdzonot. ¡Qué experiencia! No sé si es porque quizá no lo esperábamos (yo creí que íbamos a ver el cenote, no a bañarnos en él), pero poder sumergirnos en esas aguas tan frescas después del día tan caluroso fue restaurativo y de lo más emocionante (Jordi dice que fueron estas aguas que lo curaron!!). Yo recomendaría esta actividad a todos los turistas que visitan México. Manuel mencionó qué había otro cenote cerca con aguas cristalinas, yo no habría dicho que no a bañarme en ese también!!! Gracias por haber puesto este nuestro programa.
- Chichen Itza: no creo que se pueda decir mucho sobre Chichén Itzá que no se haya dicho antes ya. Todo un espectáculo. Además, tengo que decir que poder acceder a la zona arqueológica a través del hotel fue todo un puntazo y nos ahorró una cola tremenda. Estupendo estupendísimo.
No hace falta que diga, que el hotel Hacienda Chichen fue el más bello y lujo sobre todo el viaje. Romántico y paradisiaco, no puedo ni siquiera ponerle puntuación. Cenar en la terraza del restaurante con música en directo, a la luz de las velas, y en medio de un paraíso tropical fue espectacular. La atención de todos los trabajadores del hotel fue inmejorable, y el tratamiento que me hice en el spa (pese a su alto precio!) fue insuperable. Aquí me habría gustado quedarme unos cuantos días más!!!
- Tulum: quisimos ir a Tulúm para alejarnos de la locura de Cancún. La zona arqueológica de Tulúm nos impactó tanto como las demás, y apreciamos especialmente (pese al tremendo calor que hacía) la belleza de algo así junto al mar. Qué preciosidad. Me habría gustado pasear muchísimo rato más por la zona, pero el calor realmente no lo permitió (era irse o morir asado!). El hotel Hip Tulum nos encantó. Pequeño, acogedor, comida estupenda y trabajadores atentos. La habitación lujosa y cómoda, con un chico encargado de las tumbonas que nos guardaba cada día la mejor. La pena fue los días en los que estuvimos allí hizo mucho viento y la playa, de arena tan blanca, estaba totalmente cubierta de algas y el mar revuelto, por lo que no pudimos disfrutar de esas listas paradisiacas (pero sí del tiempo divino!!!). El último día, como nuestro avión salía por la tarde, hicimos el check-out pero nos permitieron hacer uso de todo el hotel, incluso pudimos ducharnos en el spa antes de salir!!
Únicamente un apunte sobre el traslado al aeropuerto. Nos recogieron a las tres de la tarde (la hora que se especificaba en toda nuestra documentación), pero resultó que era tremendamente justo para llegar al aeropuerto a tiempo y coger nuestro avión a las 18.12. El conductor los llevo al aeropuerto saltándose todas las normativas de velocidad y pudimos llegar a eso de las 16.40, pero sólo porque había conducido tan rápido. Él nos recomendó qué tendríamos que haber salido eso de la 1, así que quizá se puede tener en cuenta para futuros viajero. Al final este vuelo de las 18.12 se retrasó y por cuestiones de tráfico aéreo terminamos recargando combustible en otro aeropuerto y perdiendo nuestra conexión a Inglaterra, qué le vamos a hacer… por sí algunos turistas piden recomendaciones, yo no recomendaría nunca Aeroméxico. Nos trataron pésimamente Y nos mintieron en todo momento sobre lo que había pasado (tráfico aéreo) y los derechos que teníamos (derecho a manutención, alojamiento etc. después de haber perdido el vuelo).
Consideraciones generales: quedamos impresionados, desde el mismo momento en que empezamos a planificar el viaje, con el servicio ofrecido por JPM Tours. Amélie fue increíblemente atenta con nosotros en todo momento, y creó un itinerario que se adaptaba específicamente lo que buscábamos y a nuestras necesidades. No le importó modificar los planes para poder añadir requisitos nuestros, y organizó todas las actividades que pedimos (¡y más!). Incluso la visita al Panteón Jardín para ver la tumba de Luis Cernuda. La atención al detalle de todas las actividades planeadas fue estupenda, y todo salió como estaba planeado con gran puntualidad y precisión. Los guías y conductores que tuvimos a lo largo del viaje fueron profesionales ejemplares y dedicados a su trabajo en cuerpo y alma. Consiguieron transmitirnos su pasión por México, y el cariño con el que nos trataron en todo momento fue realmente especial. Pedimos alojarlos en hoteles con encanto -alejados de las cadenas internacionales e impersonales que tanto abundan-, y JPM Tours cumplió: los hoteles en los que nos hospedamos fueron sitios acogedores, de singular identidad y encanto, que nos dejaron con ganas de quedarnos.
Recomendamos sin duda alguna los servicios de JPM Tours. Grandes profesionales que estuvieron pendientes de nosotros a lo largo de todo nuestro viaje en México. ¡Regresaremos!